Esto no fue solo una manga más. Fue uno de esos momentos de comp que te hacen escupir el café si lo estás viendo en directo. En plena Surf City El Salvador Pro 2025, Crosby Colapinto hizo historia con una jugada sacada del manual… pero no el de maniobras, sino el de reglamento WSL.
Del otro lado del ring: Kanoa Igarashi, haciendo su trabajo, surfeando sólido, táctico, y con una ventaja que a falta de 60 segundos parecía suficiente. Estaba todo bajo control. O eso pensábamos todos, incluido él.
Una serie, dos tablas, y una regla olvidada
La situación era clara: último minuto, Crosby necesita un 4.23, Kanoa tiene la prioridad, y aparece una serie. Ambos reman la primera. Kanoa se tira, y Crosby también. Puro suicide mission… ¿O no?
En el live stream parecía una interferencia de libro. Pero aquí es donde entra lo gordo. La WSL tiene un artículo (el 11.13f, por si quieres fliparte en las reglas) que dice que cuando suena la bocina de fin de manga, la prioridad se esfuma como el viento. Si un surfista aún está en la ola tras el horn, nadie puede interferir. Si lo hace: penalización.
El robo legal (y perfecto)
Kanoa había remado, pero no se había puesto de pie antes del final. Crosby sí. Y lo demás es historia. Los jueces se fueron a revisar, y la decisión fue clara: interferencia para el japonés, punto para el californiano. El heat cambió en el último suspiro, y no por una maniobra, sino por cabeza fría y lectura quirúrgica del reglamento.

¿Tramposo? Para nada. ¿Listo? Más que un entrenador de ajedrez. Colapinto declaró después que había pensado en esa regla justo al final. No tenía prioridad, no tenía tiempo, pero tenía claro que esa norma era su única vía de escape. Y la usó.
El surf también es estrategia, y esta fue de Champions League. Nadie puede discutir que la jugada fue tan legal como polémica. Y en este caso, le dio el pase a la siguiente ronda.
El vídeo que tienes que ver (si no lo has visto ya)
Si no viste el heat en directo, dale al play. Porque esto es surf moderno en su máxima expresión: leer el mar, leer al rival y, en este caso, leer las reglas mejor que nadie.
Kanoa: sólido, pero fuera
Kanoa lo hizo bien. Leyó la serie, remó, jugó limpio… pero se confió. En el tour, los detalles te dejan fuera. Y aquí, fue un detalle legalísimo lo que le mandó de vuelta al hotel.

Esto no fue solo surfing, fue una clase magistral de cómo mantenerse con vida en el CT cuando ya todo el mundo te había enterrado.