Controversia en Burleigh: el 9.07 de Filipe, el corte de mangas de Julian y la final que incendió el tour

Gold Coast Pro

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La Controversia de Filipe Toledo en el Gold Coast Pro

El resultado dio la vuelta al mundo. Pero ni la WSL ni el público coinciden en si fue justo.

Burleigh Heads explotó. Arena vibrando, colina a reventar y dos nombres gigantes en guerra total: Filipe Toledo y Julian Wilson. Un campeón del mundo. Un wildcard encendido. Una final que recordó a los días grandes del surf competitivo.

Y en medio, una ola de dos giros que dividió al surf mundial.

Un 9.07 que partió el tour en dos

Una ola media. Dos giros de potencia quirúrgica. Un 9.07 que decidió la final y desató la tormenta.

  • 69% de los encuestados en @stab creen que Julian merecía el trofeo.

  • En redes: acusaciones de favoritismo y robo.

  • En la playa: un corte de mangas, un salpicón de agua, palabras cruzadas y miradas que cortaban el aire.

El surf fue increíble, pero la polémica lo superó.

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Lo que opinan los surfistas

Taj Burrow:

“Julian eligió las mejores olas. Estrategia perfecta. Pero Filipe surfeó con una violencia alucinante. Fue más lento Julian, sus giros no rompieron igual. En resumen: Julian cogió mejor. Filipe surfeó mejor.

Leo Fioravanti:

“Julian estuvo increíble. Pero los giros de Filipe… nadie en el planeta puede hacerlos así. Ese 9.07 fue la ola del heat, aunque todas estuvieron algo infladas.”

Snake Paterson:

“Para mí, no fue la mejor ola del heat.

Doug Silva:

“Desde casa no se nota. En directo, la velocidad de Filipe era brutal. Es como comparar ver Fórmula 1 en la tele o desde la recta. No tiene nada que ver.”

Mick Fanning:

“Si no estabas en la playa, no viste el evento real. Fue una victoria para el surf, más allá del debate.”

Julian en llamas, y con razón

Julian Wilson arrasó como wildcard. Tiró de jerarquía, eliminó nombres grandes, y llegó a la final en estado salvaje. Sabía lo que necesitaba. Y lo hizo.

“Necesitaba un 8.8. Sentí que lo había conseguido. Pero el surf es subjetivo. Así es este juego.”

Y entonces explotó.

Corte de mangas hacia la colina, agua lanzada hacia Filipe, y un gesto para frenar el momento. No fue hacia los jueces. Fue hacia una grada brasileña que ya cantaba victoria con 8 minutos en el reloj.

“Me hervía la sangre. Estaban celebrando con tiempo por delante. Fue una falta de respeto en mi casa. Me encendí como nunca. El gesto fue por eso. A Filipe le pedí perdón después. No era para él.”

Dos padres, una final, una llaga abierta

Julian y Filipe. Ambos fuera del tour el año pasado. Ambos padres. Ambos en busca de redención.

Y eso se notó: cada giro fue una declaración. Cada maniobra, una forma de gritar que aún están aquí.

Y por eso el resultado todavía escuece.

¿Fue justo?

No hay consenso. Y ahí está la grandeza. Cuando no hay claridad, hay conversación. Debate. Pasión. Y eso es el alma del surf.

Burleigh no fue solo una final. Fue una ruptura emocional y deportiva. Y si seguimos hablando de ella días después, es porque fue histórica.

Disfruta del siguiente vídeo que muestra la final entre Filipe Toledo y Julian Wilson:

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